ENTREVISTA A DIÓGENES ALVA ALVARADO
Lima, 18 de abril de 2009
Franco Josué Arce Bellido
El día 17 de abril de 2009, acudí al emporio de Gamarra para entrevistar al Señor Diógenes Alva Alvarado (58 años), natural del departamento de Amazonas, quien desde muy joven ayudó a su padre a vender frutas y más adelante trabajó construyendo una carretera para poder financiar su viaje y buscar nuevas oportunidades en la capital de nuestro querido país. El sueño que él tenía desde muy pequeño era ser policía, pero no pudo lograrlo debido a sus escasos recursos y fue este uno de los motivos que lo llevó al mercado de Gamarra.
Meses después un familiar le presentó a un vendedor de ropa interior en Gamarra, donde él empezó a trabajar limpiando baños y más adelante ofreciendo como vendedor ambulante la ropa mencionada anteriormente. Fue así que más adelante con la experiencia ganada en este mercado decide solicitar un préstamo y abrir así su primera empresa en lo que era su domicilio ubicado en el Jr. Hipólito Unanue 1572- La Victoria (hoy su oficina). Es así que crea varias empresas a modo de prueba junto a su esposa Graciela para que más adelante cree Renzo Import S.R.L. el 19 de Octubre de 1993, constituyéndose formalmente cinco días atrás.
La empresa empezó vendiendo telas y más adelante ropas de acuerdo a la moda. Es así que este empresario en un contexto socioeconómico un poco alterado, ya que el país estaba saliendo de una gran crisis superada por el gobierno del ex Presidente (hoy en prisión) Alberto Fujimori, crea su propia empresa destinada a todos los sectores socioeconómicos. Pero a pesar de los desordenes que vivía el país en aquel entonces él supo ser perseverante, cualidad que el rescata mucho de sí y es uno de los factores fundamentales por lo que él se considera una persona de éxito; además de su puntualidad, honradez y la falta de miedo ya que “el miedo es el peor amigo del hombre, si tienes miedo no podrás lograr nada, hay que salir a la calle y tomar riesgos” dice Diógenes, quién hoy vive en una zona privada del distrito de La Molina.
A pesar de ser hoy en día un hombre de éxito, cuenta también que tuvo dificultades durante estos años que tiene como empresario, uno de sus mayores rivales a nivel personal fue el alcohol, el cual dejó después de dar un discurso frente a grandes empresarios de nuestro país y fue muy aplaudido, “después de dar ese discurso, dije yo soy Diógenes Alva y no necesito del licor para ser un empresario de éxito, así que desde ese momento no hay sitio donde no me hayan aplaudido; he estado en distintas universidades, con distintos presidentes en palacio de gobierno, en el congreso, en la cumbre APEC y en todos sitios he sido aplaudido y felicitado y me siento orgulloso”.
A lo largo de estos años también ha encontrado problemas como el comprar artículos que no tenían gran demanda por lo que el optó por viajar a diversos países como China, acudir a ferias internacionales y traer lo último de la moda, de esta manera superó estos problemas adaptándose y haciendo cambios de acuerdo a la época; por otro lado, dijo también que uno de los principales problemas que actualmente cruza la empresa es la recesión económica, la cual él ha sabido superar, adaptándose a este mundo globalizado. Tocó también el tema del TLC con China, indicando que esto quitará mano de obra a los peruanos pero que él como Presidente de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra sabrá superar y tomar medidas.
Hoy por hoy, el volumen aproximado de ventas anuales promedio en los últimos años sólo de su empresa es de 3 000 000 de nuevos soles. Además cuenta con veinte trabajadores a los cuales les da un trato como un miembro más de la familia, porque el indica que sólo cuando el trabajador se sienta cómodo en el lugar donde desempeña su labor, ahí trabajará y rendirá al 100%. A sus 58 años de edad después de haber llevado algunos cursos de marketing y publicidad Diógenes Alva es un empresario exitoso y representa a un gremio muy grande que es el textil.
Él espera crecer más como empresario y ha planificado su proyecto de vida, por ello espera que sus hijos sigan sus pasos siempre con los cuatro factores que él considera indispensables, los cuales escribí anteriormente. Es por ello, que la observación que tuvo en el entorno y en los mercados de aquel entonces le permitió ser quien es hoy, ya que explotó al máximo esa oportunidad.
El empresario de Gamarra planea invertir si Dios quiere en el sector agroindustrial y abrir nuevos mercados porque solo así llevará al Perú por un mejor camino, el camino del desarrollo. Y es así que el expresó sus más sinceros deseos de que la juventud de hoy cree empresas, mencionando también que si el Perú ha progresado en los últimos años no se debe a los gobernantes sino al mismo pueblo peruano que ha sabido jugar con las leyes del mercado globalizado que el mundo nos ofrece.
A la luz de su experiencia, él considera necesario para que un joven peruano pueda ser un empresario exitoso, aprender a salir y competir en el mercado, pero para ello no sólo basarse en lo teórico, es decir no sólo quedarse con lo aprendido en las universidades, sino “salir al campo y saber conllevar el estudio con la práctica, siempre seguir adelante y no olvidar que el fracaso es lo mejor, porque así aprendes a no volver a cometer los mismos errores”.
Finalmente el considera que actualmente se está creando una cultura socialmente responsable en el sector empresarial, que tomará años pero que si todo se hace con tiempo y bien planificado los frutos se verán a largo plazo; considera también e incita a las masas universitarias y jóvenes en general a construir empresa y dice además que el emprendedor no se hace, sino que nace.
